Más de la mitad de la población del mundo entero vive en ciudades, pero también hay tendencia a volver al campo. Muchas personas, por diversas razones, quieren vivir una vida más calmada, buscan un pueblo donde iniciar una nueva etapa lejos del bullicio de la ciudad.
Si te encuentras en esta situación de duda, te interesará conocer las ventajas de la vida de pueblo.
La contaminación
La polución se ha convertido en uno de los principales problemas de las ciudades que, para muchos, es imposible recortarla. En España hay días que algunas ciudades ven como los indicadores alertan de una mala calidad del aire, sobre todo en lugares como el centro de Madrid. Por eso, los gobiernos luchan para reducir la contaminación y es una prioridad que no debe dejarse de lado.
Lo que quiere la mayoría de personas es huir de este problema y buscar un ambiente en general más limpio.

La vida es más barata
Los precios de las viviendas, del transporte público o de la gasolina, el precio de los restaurantes, alojamientos, actividades culturales son más baratos.
Es más seguro
En las ciudades, sobre todo las turísticas ( Roma, Madrid, Londres, Paris…) hay muchos más robos y accidentes de tráfico. En un pueblo podrás caminar tranquilamente por la calle sin la preocupación de que te roben la cartera. Allí todo el mundo se conoce y se cuida mutuamente. La sensación de comunidad y seguridad es incomparable.
Un estilo de vida mucho más relajado
Al vivir en un pueblo, los horarios parecen detenerse, al contrario que en las ciudades, en las que todo se mueve más deprisa y de forma caótica. En cambio, en los pueblos la vida es más relajada, lo que se traduce en mayor tiempo para escuchar tus propios pensamientos y aprovechar los entornos rurales con la familia. Además, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y mejora la apariencia de la piel, mejora la autoestima, el humor, la resistencia ante los problemas de digestión y otras enfermedades relacionadas con el estrés. Por otra parte, te ayuda a concentrarte mejor en las tareas y a ser más creativo, también favorece la desconexión ante las preocupaciones y ayuda a afrontar los problemas con más calma. En definitiva, estarás más relajado.
Colabora a aumentar las relaciones personales
El hecho de tener un mayor contacto entre los vecinos previene la soledad y el aislamiento social, que afecta positivamente a la salud física y mental. Fomenta la empatía, la tolerancia y la solidaridad entre personas de diferentes edades, culturas y opiniones.
Por otra parte, mejora la comunicación, el respeto y la colaboración entre las personas que comparten un espacio común, y mejora la seguridad y el cuidado del entorno al contar con personas que se preocupan por el bienestar común.

Ayudas económicas
En algunas comunidades autónomas, se ofrecen bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones por conseguir inmuebles que se encuentren en municipios con menos de 5.000 habitantes o con una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrados.
Conexión con la naturaleza
La vida en un pueblo te permite disfrutar de paisajes verdes, aire puro, tranquilidad y biodiversidad. Esto mejora nuestra salud física y mental, ya que al estar en contacto con la naturaleza nos supone respirar un aire mucho más limpio y puro que el de una ciudad, fortaleciendo nuestro sistema respiratorio y cardiovascular.
Pero no todo es bueno…
Pero no todo son ventajas, vivir en un pueblo también puede tener algún inconveniente, por ejemplo:
Falta de servicios
Vivir en un pueblo algo alejado de una ciudad puede implicar no tener acceso a una cantidad de servicios a los que uno está acostumbrado en la ciudad, pero que tampoco son necesarios como un supermercado abierto las 24 horas. También se puede echar en falta un servicio continuo de transporte público, grandes hospitales, comercios, variedad de actividades extraescolares ( Conservatorio de música, conservatorio de danza, escuela de idiomas…)
Menos opciones de ocio
En este punto está en desventaja el pueblo pequeño, ya que a la gente joven le puede interesar más los grandes centros comerciales con cines, establecimientos de ropa y comida, competiciones deportivas, conciertos, festivales…

Oportunidades laborales
No cabe duda de que al haber menos población, también hay menos oportunidades de trabajo.
Reflexión final
Las ventajas de vivir en un pueblo pequeño superan a los inconvenientes, que no los son tanto. La falta de servicios se suple organizándose y con un estilo de vida diferente, haciendo la compra planificando la compra semanal, y teniendo en cuenta que si hace falta un gran hospital, hay que desplazarse. En lo que se refiere al ocio, la vida en un pueblo ofrece una posibilidades para relacionarse con las personas, que hace que no se eche en falta actividades que ofrecen las grandes superficies de las ciudades. Por otra parte, gracias a internet, el teletrabajo está cada vez más presente y hace que sea posible vivir fuera de la ciudad.
Artículo de Manuel García Pérez
