No podemos negar que las redes sociales son una parte fundamental en nuestras vidas, especialmente en la de los adolescentes. Las estadísticas muestran que el 63% de las población española las usa habitualmente.
Plataformas como TikTok e Instagram atraen cada vez a más a usuarios de todo el mundo, que las utilizan diariamente.
Aunque puedan ser herramientas muy útiles para comunicarse, entretenerse o informarse, hay que estar al tanto de las amenazas y peligros que un mal uso de ellas puede traer.
En este artículo haremos un resumen de los usos de las redes sociales y sus beneficios, trataremos los posibles riesgos de su empleo, y, muy importante, veremos las mejores formas de evitar esos riesgos haciendo un buen uso de ellas.
Usos de las redes sociales
Los usos que se les dan son variados: comunicarse por mensajes con otros usuarios, publicar historias o fotos de la vida cotidiana, socializar, entretenerse con el contenido de otros o incluso como fuente de información.
Con las redes sociales no solo puedes relacionarte con conocidos o gente de tu zona, sino que puedes crear una cuenta pública en la que te relaciones con personas de todo el mundo, viendo el contenido que suben o publicando tú el tuyo.
Ventajas
Las redes sociales permiten una comunicación fácil y rápida, manteniendo en contacto a personas que se encuentran alejadas y que no podrían relacionarse si no fuera por ellas.
Además de la comunicación inmediata a través de los mensajes o llamadas, se puede publicar contenido que quede accesible en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Las publicaciones pueden ser privadas, solo visibles para las personas que tú aceptes; o públicas, accesibles para todos. Con una cuenta pública, las personas pueden hacerse famosas, pudiendo llegar a ganar dinero con sus publicaciones o, si tienen algún negocio, usarlas para darse a conocer.
Los consumidores del contenido en línea de las redes sociales pueden encontrar en este una forma de aprendizaje y de búsqueda de información, además de ser una fuente de entretenimiento.
Peligros de las redes sociales
Pero no todo son ventajas… Las redes sociales también pueden ser una gran fuente de problemas, especialmente para los jóvenes.
Problemas de salud mental
Cada vez son mayores los problemas de salud mental de los jóvenes, siendo el suicidio la mayor causa de muerte en los adolescentes. Este dato tan alarmante se debe en gran medida a los problemas psicológicos que causan las redes sociales.
La imagen que se da en las redes está completamente alterada y lejos de la realidad, pues siempre se tiende a mostrar el lado positivo de las cosas.
Juzgando por las publicaciones de muchos usuarios, sus vidas pueden parecer perfectas, llenas de buenos momentos y sin preocupaciones, pero esto es solamente la parte que se muestra al exterior.
Esta distorsión de la realidad también se ve reflejada en el aspecto físico de los famosos, que siempre parecen muy guapos y toda la ropa les queda bien. La mayoría de chicos muestran un cuerpo musculado y apenas hay personas con sobrepeso.
Los estándares que muestran las redes sociales hacen que muchos adolescentes, al ver que no los alcanzan, sientan una gran inseguridad, creyendo que sus vidas no son los suficientemente plenas, o pensando que tienen un aspecto físico poco atractivo.
Los jóvenes son especialmente vulnerables en este aspecto, pues al no tener la suficiente madurez, no son capaces de afrontar estas situaciones, generándoles una gran ansiedad, que puede derivar en problemas de salud mental mayores.
Adicción
Otro gran problema que traen estas plataformas es la gran adicción que producen, pues los jóvenes pasan de media 4 horas al día en ellas. La adicción se puede dividir en dos tipos: la del usuario “pasivo”, que tiene un consumo excesivo de los contenidos de las redes y la del usuario “activo”, que, con constantes publicaciones, busca la aprobación de los demás, esperando likes y comentarios.
Por su parte, el usuario “pasivo” puede tener una gran adicción a los contenidos de corta duración, como los vídeos de TikTok, los reels de Instagram o los shorts de YouTube, por mencionar algunos.
Este formato de vídeos está especialmente diseñado para que sus usuarios pasen la mayor cantidad de tiempo consumiéndolos, pues así la empresa dueña de la red gana más dinero.
Esta forma de contenido produce tanta adicción porque al ser rápido y con constante cambio, genera una gran cantidad de dopamina, dando placer al usuario. Además, los algoritmos que tienen estas redes están programados para mostrar al usuario el contenido que más le interesa, haciendo que este pase más tiempo viéndolo.
Desinformación
En las redes sociales, no nos podemos fiar de lo que vemos, pues están llenas de publicaciones con información falsa o engañosa.
En redes sociales como Twitter, es muy común la difusión masiva de noticias falsas, lo que puede llegar a ser un gran problema si quienes se encuentran con ellas no las contrastan y las dan por ciertas.
La intención de las personas que suben está clase de contenido manipulado, suele ser para influir en temas políticos y sociales, cambiando la opinión pública. También puede ser para buscar ganar audiencia, pues esta clase de contenido sensacionalista genera mucha controversia y llama mucho la atención.
Es difícil detectar si los datos que se muestran en un vídeo o publicación son ciertos o falsos, pues no hay una manera fácil de comprobarlo y muchas veces se enseñan de forma que parezcan reales.
El problema aparece cuando las personas que ven este tipo de contenido se lo creen sin cuestionarlo lo más mínimo, llegando a causar consecuencias graves si se informa incorrectamente sobre temas delicados como la salud, o pudiendo manchar la imagen de personajes públicos.
Cómo hacer un buen uso de ellas
Aunque hemos visto que las redes sociales pueden causar muchos problemas, usándolas correctamente aprovecharemos al máximo sus beneficios.
Control del tiempo
Los adolescentes y, en general, cualquier usuario de redes sociales, debe ser consciente de lo potencialmente adictivas que son.
Para moderar su uso, lo mejor sería que el propio usuario tome responsabilidad y controle el tiempo que pasa en ellas. Lo puede hacer o bien poniéndose un límite de tiempo en cada aplicación, o haciendo un esfuerzo consciente para no usarlas excesivamente.
Como sólo algunos jóvenes serían lo suficientemente responsables para hacerlo, los padres deberían ser quienes pongan límites en el tiempo de uso de los móviles de sus hijos, utilizando aplicaciones de control parental.
También ayudaría educar a los adolescentes en las escuelas, con charlas de concienciación que les enseñen los perjuicios de un mal
Pensamiento crítico
Cuando usamos las redes sociales y vemos información
nueva que nos llama la atención, generalmente no la
cuestionamos y la asumimos como cierta. Esto es un grave error, pues estas plataformas están llenas de información falsa y engañosa.
Solemos creer lo que vemos porque, muchas veces, las redes muestran al usuario publicaciones que reafirman su pensamiento; pues si tiene una idea preconcebida, es más fácil que confíe en una información que la refuerce. Otras veces, simplemente no cuestionamos la veracidad de lo que leemos, pensando: “si este usuario lo dice, será cierto”.
Para evitar caer en este tipo de engaños, es importante tener pensamiento crítico y desconfiar de la información de las redes. En las escuelas y en las familias, se debe educar a los jóvenes desde temprana edad a tener este tipo de actitud, enseñándoles a usar su sentido común para diferenciar lo cierto de lo falso.
Las empresas de las redes sociales, también deberían controlar este tipo de contenido, eliminándolo o dando avisos a las cuentas que lo suban. Aunque es poco probable que lo hagan, porque al generar tanta repercusión, este tipo de contenido les hace ganar audiencia.
Autoestima
La mayor causa de los problemas de salud mental ocasionados por las redes están relacionados con una baja autoestima. Si un joven tiene confianza en sí mismo, no se dejará influenciar por los contenidos de las redes.
El papel de los padres es fundamental. Para aumentar las autoestima de los hijos, los padres pueden hacer varias cosas.
Tienen que hablar con ellos y, sobretodo, escucharlos. Si un chico está pegado a una pantalla mientras está en casa, no se comunicará con su familia. Es particularmente importante que los móviles estén prohibidos en situaciones como las comidas o reuniones familiares, para así aumentar la comunicación. De lo contrario, los adolescentes se aislarán de su entorno.
También es importante mostrarles cariño y aprecio y que se sientan valorados. Evitar las comparaciones con otras personas, para que así ellos no se las hagan a sí mismos con lo que ven en las redes.
Conclusión
Las redes sociales en sí no son ni aliadas ni enemigas de los adolescentes, sino una herramienta con sus pros y sus contras. Por un lado, sirven para comunicarse, entretenerse y aprender. Por otro, presentan grandes riesgos como la adicción, la desinformación y los problemas de salud mental.
Para aprovechar los beneficios evitando los peligros, es fundamental que los adolescentes usen de manera responsable estas plataformas, controlando el tiempo que pasan en ellas, fomentando el pensamiento crítico ante la información que consumen y trabajando en su autoestima, evitando así las comparaciones con los estándares irreales que se reflejan en ellas.
En las casas y en las escuelas, se debe educar a los jóvenes para que hagan un uso saludable y responsable de las redes sociales, convirtiéndolas en una herramienta positiva para el desarrollo de los adolescentes, en lugar de una fuente de problemas.
Artículo de Xosé González Prego