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Qué es el slow turism y 4 beneficios de este que cambiarán tu forma de viajar. 

Quieres aportar tu grano de arena para frenar el cambio climático , pero no sabes qué  hacer, aquí puedes encontrar la respuesta a tu pregunta.

1.-Qué es el Slow Tourism? 

El slow tourism es una filosofía de viaje que invita a los turistas a reducir la velocidad y a  disfrutar de una experiencia más profunda, conectada con el lugar que visitan. En lugar de  centrarse en visitar tantas atracciones como sea posible en el menor tiempo posible, el  “ slow tourism ” propone un enfoque más reflexivo y pausado, priorizando la calidad de la  experiencia sobre la cantidad de destinos.  

¿Te animas a probarlo?

El concepto proviene del movimiento “slow food”,que promueve la cocina local, saludable y  sostenible. Siguiendo esta misma línea, el slow tourism fomenta la idea de «viajar despacio»,  de modo que los viajeros pueden sumergirse en la cultura, aprender sobre la historia local,  apoyar a las economías regionales y cuidar el medio ambiente.

2.-Beneficios del Slow Tourism

Reducción del impacto ambiental: Al optar por medios de transporte más sostenibles y  elegir destinos menos concurridos, el slow tourism contribuye a reducir la huella ecológica  del turismo. 

Experiencias más auténticas: Al dedicar más tiempo a explorar un lugar, los viajeros tienen  la oportunidad de vivir experiencias más profundas, como participar en festivales locales,  aprender habilidades artesanales o hacer senderismo por rutas menos turísticas. 

Menos estrés: Al no tener el viaje planeado en itinerarios apresurados y las multitudes, el  slow tourism permite a los viajeros disfrutar de una mayor relajación, promoviendo el  bienestar físico y emocional. 

Conservación cultural: El turismo lento promueve el respeto por las tradiciones y la historia  de los lugares visitados, ayudando a su conservación para las generaciones futuras.

3.-Características del Slow Tourism

1. Pace Reducido: En lugar de visitar una gran cantidad de lugares en poco tiempo, el  slow tourism sugiere pasar más tiempo en menos destinos. Esto permite una mayor  conexión con el entorno y la gente, lo que enriquece la experiencia de viaje. 

2. Sostenibilidad: Este tipo de turismo prioriza las prácticas respetuosas con el medio  ambiente. Esto incluye el uso de transporte ecológico, la preferencia por  alojamientos que promuevan la sostenibilidad y la participación en actividades que  beneficien tanto a los viajeros como a las comunidades locales. 

3. Inmersión Cultural: Los viajeros que adoptan el slow tourism buscan sumergirse en  la cultura local, aprender su historia, costumbres y tradiciones. Esto no solo beneficia  al viajero, sino que también ofrece a la comunidad anfitriona la oportunidad de  compartir su identidad de manera más profunda. 4. Bienestar Personal: Viajar lentamente permite al turista desconectar del estrés  diario y disfrutar de momentos de calma, lo cual es esencial para el bienestar  personal. Este tipo de turismo también pone énfasis en la salud física y emocional de  los viajeros, promoviendo actividades relajantes como caminatas, yoga…

¿Te animas a probarlo?


El slow tourism no es solo una tendencia, sino una respuesta necesaria a los efectos  dañinos del turismo de masas y una forma de buscar un equilibrio entre el disfrute del viaje  y la responsabilidad ambiental y social. Esta filosofía de viaje promueve una forma más  reflexiva, profunda y respetuosa de relacionarse con los destinos, las personas y el entorno. 

Al optar por el slow tourism, no solo se enriquecen las experiencias personales, sino que  también se apoya la conservación del medio ambiente y se fomenta el desarrollo económico  local. Sin embargo, para que este modelo se expanda, es esencial que tanto los viajeros  como las autoridades y las empresas turísticas asuman un compromiso real con la  sostenibilidad y el bienestar. 

Si el turismo es entendido como una oportunidad para aprender, conectar y compartir, el  slow tourism ofrece una alternativa poderosa para redefinir nuestra forma de viajar, no solo  por el presente, sino por el futuro del planeta y las comunidades que lo habitan. En este  sentido, el turismo lento puede ser visto como una invitación a repensar nuestras  prioridades, a desacelerar el ritmo y a darle mayor valor a lo que realmente importa: las  experiencias auténticas y las conexiones profundas que, finalmente, son las que nos  transforman como individuos y como sociedad 

¿Te animas a probarlo?

Artículo de Mariola Roldán Ramos

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